domingo, 10 de febrero de 2008

El Gran Coladero

Hace un tiempo, esta noticia circuló por la red; reproduzco un aparte de la entrevista realizada al director del IPF (www.ipfe.org) instituto que busca defender la familia en el mundo. ¿Será que nos estamos dando cuenta cómo acallan el genocidio del aborto? ¿Será que pensamos si eso nos beneficia o en cualquier caso a quien le da utilidades?

El IPF busca el apoyo y la promoción de la institución familiar a través de la sensibilización de la sociedad haciendo visible la problemática que sufre la familia.

Para ello realiza informes, estudios y encuestas --que analizan la realidad con ayuda de un equipo multidisciplinar de expertos, partiendo rigurosamente de estadísticas oficiales-- y genera propuestas y soluciones que presenta a la sociedad y a las Administraciones Públicas y partidos políticos para implementar una verdadera política integral de la familia.

«Queremos que la familia sea considerada como patrimonio de la humanidad por parte de las legislaciones nacionales y supranacionales», declara Hertfelder a Zenit; «que se desarrollen normas y políticas públicas con perspectiva de familia» porque «no basta con considerarla en el plano teórico».

«Hay que pasar al terreno práctico tratando a la familia como célula básica de la sociedad», una demanda que Hertfelder desarrolla en esta entrevista concedida a Zenit a raíz de la evidencia de la magnitud del aborto en España, un drama que no conoce fronteras.

--Ha estallado el escándalo del aborto en España. El IPF tuvo que dar la voz de alarma porque el Ministerio de Sanidad estaba ocultando las cifras de abortos...

--Eduardo Hertfelder: Así es. El proceso es el siguiente: las clínicas abortivas, cuando practican abortos quirúrgicos, envían esos datos a las distintas Consejerías de las Comunidades Autónomas y éstas a su vez los transmiten al Ministerio de Sanidad, el cual, con todo ello, elabora un informe que tiene que estar preparado al final de cada año respecto al anterior, esto es, en diciembre de 2007 --como muy tarde-- se tienen que publicar los datos correspondientes a 2006.

Pero el Ministerio de Sanidad --en las distintas Administraciones y más en la actual-- está promocionando el aborto en varios niveles: ante todo con la falta de visibilidad del número de abortos. Pero también digamos que se engaña a la gente con la terminología, porque ya no se habla de aborto, sino de «interrupción voluntaria del embarazo», y ni siquiera de ello, sino de sus siglas, «IVE». Tampoco se habla ya de número de abortos, sino de tasa de abortos, y cuando se transmite a la sociedad, por ejemplo, que la tasa de abortos se ha elevado del 9,60 al 10,62 (en un año), pasa inadvertido este drama; la gente es insensible a lo que sucede. Si además la publicación de estos datos se realiza a finales de año -cumpliendo la ley--, pero en plenas vacaciones [de Navidad. NdR], pasa absolutamente desapercibido.

Consideramos que sido deliberado, por parte de la Administración, el intento de que esta realidad pasara desapercibida. Hemos demandado que los datos se vayan publicando a medida que se conozcan, primero por parte de las Comunidades Autónomas, y que luego la Administración Central no espere al último día.

Esta vez se llegó al extremo de que, habiendo comenzado el año 2008, todavía no se habían publicado las cifras de 2006, y nos consta que ello obedecía a que el número anual de abortos había cruzado el umbral de los 100 mil.

Publicamos desde el IPF una nota el 2 de enero denunciando esta ocultación; enseguida los medios de comunicación empezaron a difundirla y a llamar al Ministerio de Sanidad; éste cita la presión de los medios y de los distintos agentes sociales para haber hecho públicos los datos al poco tiempo.

--¿Opina que existe alguna relación con el hecho de que se destapara, también recientemente, la actuación ilegal de clínicas abortistas?

--Eduardo Hertfelder: Efectivamente. Es que no sólo las cifras de abortos eran muy significativas, sino que por primera vez en España, después de mucho tiempo, se había reavivado el debate del aborto al difundirse un vídeo, hace un año, en la televisión pública danesa sobre casos de práctica ilegal del aborto en nuestro país. Eso provocó la movilización legal de una plataforma ciudadana, «E-cristians», que fue tenida en cuenta y provocó que recientemente se desencadenara en Madrid y en Barcelona el cierre judicial de algunas clínicas que estaban realizando abortos ilegales.

Se pudo contemplar qué significa realmente el aborto; se pudo saber de médicos -si se les puede llamar así- sin escrúpulos que sólo buscan aumentar su negocio a costa de madre e hijo. Se produjo una sensibilización de la sociedad al ver estas imágenes espeluznantes. Intentando frenar el debate, la Administración por su parte retenía las cifras. La sociedad reclamó esos datos y no ha habido más remedio que publicarlos.

--¿Qué realidad reflejan las estadísticas oficiales?

--Eduardo Hertfelder: Que en España se han practicado 101.592 abortos en 2006.

Para captar la magnitud de lo que estamos hablando esto se traduce en que se practica un aborto cada cinco minutos en nuestro país. Cada día, 278 abortos; en una hora, 12 abortos. Esto debería hacer reflexionar a las Administraciones.

Además tengamos en cuenta que el aborto se ha duplicado en España en los últimos diez años, que el ritmo de crecimiento de esta práctica en nuestro país es el mayor de los 27 países de la Unión Europea, que la legislación española al respecto es muy débil [el Código Penal despenaliza el aborto en caso de malformación del feto (hasta las 22 semanas de gestación), en caso de violación (hasta las 12 semanas); en tercer lugar, se puede abortar sin límite de tiempo en caso de riesgo físico o psíquico para la salud de la madre, pero tal riesgo ha de ser grave. NdR].

El «riesgo físico y psicológico» implica que el 97% de los abortos se practican bajo esta previsión. Dentro de ese 97% --según nuestras estimaciones, porque faltan datos oficiales-- más del 90% de los abortos se acogen al riesgo psicológico, que se ha convertido en el gran coladero del aborto, dado que incluso ese riesgo psicológico no contempla límites de plazo: se puede abortar en cualquier momento de la gestación. Por eso, aunque no «de derecho», sí se produce «de hecho» el aborto libre en España.

sábado, 2 de febrero de 2008

Una Cobardía que Pretende ser Valiente

Una amiga, que me merece toda credibilidad, me ha comentado que en su última visita a la Ginecóloga, la profesional le sugirió la vacuna contra el Cáncer de Cuello Uterino (causado por el Virus de Papiloma Humano, una enfermedad de transmisión sexual); seguramente la médico sabía que mi amiga tiene una hija de 10 años. La ginecóloga dijo algo como esto: “este cáncer es trasmitido por el hombre, y como ahora las niñas comienzan su vida sexual a los 14 años, pues es bueno irles poniendo las tres dosis de la vacuna”.

¿Y saben cuál es el costo de la preciada vacuna? $1.200.000 (algo mas de 600 dólares)

Es cierto lo que dice la médico: los hombres podemos ser los portadores del VPH; pero lo que no dice la ginecóloga, tal vez por cobardía, o tal vez por que ella es un eslabón de la cadena de mercadeo de esas vacunas ($1.200.000 alcanza para pagar varias comisiones comerciales, ¿o no?), es que si una mujer no tiene relaciones con diversos hombres, y los hombres también se vuelven monógamos, la enfermedad dejaría de ser un riesgo para la salud de todos.

Seguramente, si le preguntamos a la doctora de marras, dirá algo como esto: “es inevitable que los muchachos exploren su sexualidad; es mas, es bueno que lo hagan. Y en ese camino, tendrán varias parejas, así que es mejor que nuestras hijas estén vacunadas”.

Pues bien, no quiero que mi hija pertenezca a ese grupo de “vacunadas”.

La vida no tiene que ser lo que las multinacionales farmacéuticas y sus ilimitadas metas de mercadeo, quieren que sea para nosotros.

Yo propongo que los padres nos apersonemos de la crianza de nuestros hijos y que les enseñemos que valen tanto, que no merecen jugar con su sexualidad, su afectividad, sus sueños y su salud. Dejemos de ser cobardes y enfrentemos la responsabilidad de educarlos que si fuéramos aún mas valientes, reconoceríamos que ellos son la fuente de mayor realización para nosotros.

¿Vamos a esconder nuestra cobardía en la valentía de dejar que nuestras hijos fracturen su afectividad con experiencias que pueden poner en peligro sus vidas? ¿Vamos a permitir que la cobardía, disfrazada de valentía, en profesionales como la que menciono, sea la autoridad en el corazón de nuestros hijas?

Y dejo muy en claro que no cuestiono el profesionalismo de la ginecóloga. Ella parece hacer parte de una cadena que no quiero que amarre la felicidad de mi hija, quien nació libre y así merece vivir su vida.

Meditaciones Para la Vida

Aquí entre nos, me sentí bastante identificado con esta ppt.