lunes, 28 de mayo de 2007

Dos Mujeres de Verdad

La Paz Comienza con una Sonrisa”
Madre Teresa de Calcuta

La televisión tiene “el arte” de haber logrado meterse en nuestra vida hasta el punto de que lo que sale ahí, está “in” y lo que no sale, está “out”; hace poco, una presentadora de las “noticias del entretenimiento”, decía: “después de comerciales, les tenemos todos los detalles de...” y anunciaba alguna noticia “importantísima”. La siguiente historia que voy a contar es verídica, soy testigo de ella y estoy seguro que nunca saldrá en las noticias del entretenimiento, porque ahí solo se presentan mujeres “ideales”, que son eso, ideales; y los detalles de la vida de las mujeres de verdad, no son noticias “con “Estilo”.

“Juana” y “Camila” son dos mujeres normales, de verdad (mis disculpas a las que realmente tengan esos nombres, lo cual sería total coincidencia): Juana trabaja en Bogotá y llegó aquí hace un par de años por asuntos de trabajo: se ha acoplado tanto a la Capital que no reniega de ella ni vive añorando su patria chica.

Camila, hace mas de 20 años que vive fuera del país y tiene su trabajo y familia enraizados en el país que la ha adoptado hasta darle su nacionalidad.

Juana, quedó en embarazo sin esperarlo y con valentía enfrentó su nuevo status de madre soltera. A los dolores propios de la sorpresa, tuvo que enfrentar el rechazo hasta del papá de su bebe que se pegó de la arruga de un espejo para sembrar la duda respecto a su paternidad. Cómo somos de cobardes los hombres a la hora de responder por nuestras bellaquerías!!!

Camila conoció a Juana gracias a estos Caminos de Vida e intercambiaron un par de correos en los cuales se expresaron cariño fraterno y se contaron algunas de sus historias.

Juana tuvo su bebe en medio de las dificultades que he descrito pero con gran dignidad y altura, preparándose para ser la madre de un nuevo hijo de Dios. Camila, al saber de la “llegada de la cigüeña”, se apresuró a pensar cómo podía ayudar a su amiga que debía estar a las puertas de mayores dificultades, y le envió un giro con una cantidad importante de dinero que le sirvió a Juana para solventar aquellos primeros gastos que por mayor previsión que haya, no alcanzan a ser tenidos en cuenta.

Juana y Camila tal vez nunca lleguen a conocerse en vivo; eso no hace falta, su corazón y sobre todo el milagro de esa nueva vida que ya está abriéndose paso en este mundo, fue suficiente para poner sus corazones a vibrar en una misma sintonía.

Ciertamente, el acto de Camila rebasa muchos de los límites que varios tenemos en cuanto a brindar un apoyo a los demás. Sin embargo nos demuestra, que si le damos la oportunidad a nuestro corazón, podemos descubrir cualidades que no conocíamos. ¿lo quieres intentar? ¿te quieres acercar a alguna persona a darle tu apoyo? Comienza por algo tan hermoso como sencillo: sonríe mas seguido, sonríele a los desconocidos, especialmente a las madres por la calle que tal vez vayan con el ceño fruncido, y así descubrirás que el final de tu alegría está en el otro. Pero por favor, no te quedes en solo eso. El mundo necesita de tu ayuda. Parafraseando a la Madre Teresa: El océano no sería tan grande sin el aporte de tu gota de agua.

En Pocas Líneas...

  • Mientras llega nuestro próximo post, les dejo lo que puede ser una semilla de un verdadero cambio.
  • El domingo 27 de mayo, fue Pentecostés para el mundo católico. ¿Cómo será posible que tantas personas sin conocerse, hablen de lo mismo? GRACIAS Padre Cristian.

1 comentario:

Cristian dijo...

Así es Saulo. Y por ello, hoy que nuestros Obispos en la V Conferencia Episcopal nos han llamado a un "nuevo Pentecostés" en América Latina, con mayor razón. Bendiciones.