miércoles, 17 de octubre de 2007

Una "Imperfección" Perfecta

Una de las maneras en que el ser humano intenta mostrar sus avances y progresos, es logrando obtener un mismo resultado, a partir de la repetición de tareas, como la producción en masa. Sin embargo, la naturaleza parecería ir en contravía de ese deseo de aparente perfección: un atardecer no se parece a otro, y ni siquiera ocurren a la misma hora. Y si miramos a hombres y mujeres, abundan dichas imperfecciones. Unos gemelos idénticos no reaccionan de la misma manera ante un estímulo.

Como cada vez soy mas feminista en el sentido verdadero de lo que es la altura de la mujer, hoy estoy escribiendo algo que he ido aprendiendo a través de mi trabajo y mi experiencia. No importa que no sea 8 de marzo o el mes de la madre. Hoy quiero hablar de algunas de esas “imperfecciones” que hacen que la mujer sea la compañía perfecta para un hombre.

Uno de esos “defectos”, está relacionado con el hecho de que el período menstrual no sea exacto. La mente, especialmente la masculina, desearía que fuera de 28 días, con intervalos absolutamente claros de fertilidad e infertilidad. Y la uva del ponqué, sería que se pudiera saber por el simple paso del calendario, cuál es el día de ovulación y cuál es la vida útil del óvulo si no es alcanzado por el espermatozoide.

Sin duda, parecería que la naturaleza nos haría un gran favor si esos procesos fueran exactos. Pero la pregunta es: ¿esa imperfección ayuda o es un problema para la mujer y el hombre como su natural pareja? Los argumentos en contra están claros: si la ovulación no es exacta, se hace necesario apelar a la “perfección” de la anticoncepción química para estar seguros de “evitar los hijos”. Pero, ¿alguna vez hemos pensado que esa “imperfección” puede actuar a favor de la mujer, de su pareja y de un hogar?

¿Qué pasaría si la ovulación fuera exacta? Muy seguramente los hombres nos centraríamos casi con exclusividad en nuestras mujeres como fuentes de placer, apartándonos de ellas en aquellos intervalos de fertilidad (y tal vez buscando una entretención para no aburrirnos por la abstinencia). Sin duda, sería mas obvio de lo que es hoy en día, nuestra intención de reducir la relación afectiva a lo sexual y dentro ello a nuestro placer egoísta.

Yo creo, y no estoy diciendo nada nuevo, que esa “imperfección”, está a favor de la mujer ya que hace que el hombre que quiera compartir con ella tanto como para tener una relación íntima, tenga que “correr el riesgo” de asumir las consecuencias. Y eso está mas que claro: una mujer quiere un hombre a su lado que sea incondicional con ella, que esté en la felicidad, pero que sea un apoyo importante enfrentando las complejidades de la vida; en resumen, un hombre que quiera comprometerse.

¿Qué pasa si se pretende corregir esa “imperfección” buscando la exactitud de la ovulación o erradicándola, como lo pretenden hacer algunos anticonceptivos? Los ejemplos están en esas mujeres anónimas que caminan por nuestras ciudades enfrentando dificultades afectivas por la infidelidad de sus parejas (que cansados de solazarse en su propio placer con ellas, buscan otra mujer con la cual sentir emociones nuevas). También se pueden ver dificultades al alterar sus ritmos biológicos de manera importante durante meses que se vuelven años y que pueden traer consigo problemas de fertilidad u otro tipo de alteraciones fisiológicas.

Amigos: esa “inexactitud” de la naturaleza femenina, está a favor de la dignidad de la mujer, de la del hombre y de la formación de hogares. Bendita “imperfección” que hace que un hombre tenga que esforzarse en amar verdaderamente a una sola mujer, al punto de comprometerse con ella, mirándola no sólo como su objeto de deseo, sino como ese ser humano que puede constituirse en su salvación en cuanto a no vivir centrado en su propio placer egoísta.

Por último, no rechazo la discusión respecto a la efectividad de los métodos naturales que pretenden acompañar a una pareja en el proceso de definir el tamaño de su familia. Dos cosas breves al respecto:

  • La temperatura y el método del ritmo, hace mucho rato dejaron de ser los únicos elementos para identificar los períodos de abstinencia sexual de la pareja (en donde es necesario que ambos busquen otras formas de expresarse amor y cariño, si no esperan tener hijos en ese momento). Hoy existen técnicas naturales que ayudan inclusive a mujeres que por dificultades de diversa índole, pueden llegar a ovular en periódos verdaderamente irregulares.
  • Qué coincidencia que la industria farmacéutica que está interesada en la producción de anticoncepción química, sea la primera en alzar su voz respecto a la supuesta inexactitud de los métodos naturales. ¿Será que ellos ganan dinero si una pareja decide no tomar pastillas, implantes o inyecciones anticonceptivas? ¿no será que están interesados en que las mujeres con vida sexual activa, consuman los productos que ellos fabrican para engrosar sus astronómicas ganancias?

Como siempre, el criterio y la decisión está en cada uno de nosotros.

Meditaciones Para la Vida


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Saulo, hermosos artículo y de una profundidad admirable,,,,

lástima que ese no sea el común denominador en el pensamiento de los hombres y que cada vez estén mas escasos los hombres que como tu piensan en el amor a la mujer mas que en el placer que de ella consiguen...

felicitaciones

Anónimo dijo...

Uno aprende a amar, no cuando encuentra a la persona perfecta, sino cuando aprende a creer en la perfección de una persona imperfecta

Anónimo dijo...

seguramente, muchos hombres no tienen acceso a estos escritos tan oportunos para el amor y la unión familiar, el diálogo, la innovación y el servicio el uno al otro ayuda a transformar diariamente la mentalidad de las parejas de hoy.

Gracias por todo el bien que nos haces con tus escritos, Dios bendiga tu SERVICIO.AMEN