Hace un par de meses, cuando se comenzaban a iniciar las campañas para las elecciones locales del 27 de octubre en Colombia, pensé que podía ser una buena idea escribirle correos a todos los candidatos al Concejo y a
Fui desistiendo de la idea al poder constatar que no hay ninguno que se manifieste en contra de ese cruel asesinato y que por ese camino lo que iba a suceder es que me quedaría sin respuestas o con mensajes genéricos como los de varios congresistas.
Es triste, que no tengamos líderes que tomen partido, que tengan decisiones claras sobre éste y muchos otros temas. Tal vez esto explique por qué Colombia y varios países están como están. Pero bueno. Yo me prometí a mí mismo que nunca iba a hablar de política en estas líneas.
Cuando uno se pone a pensar, respecto a qué hacer para que su hija viva en una sociedad en donde no haya un Estado persiguiéndola para darle consejos sobre educacvión sexual poniéndola en peligro de esterilizarla vía anticoncepción química, piensa que puede ser útil hacer algo para que las leyes cambien. Pero yo no soy abogado y no me voy a meter en los jeroglíficos jurídicos para intentar presentar un proyecto de ley o alguna iniciativa similar que penalice el aborto.
Creo que el argumento que muestra que es muy probable el fracaso de una acción de estas, lo podemos encontrar en el 27 de octubre: los políticos, que son politiqueros, no están interesados en un mejor Estado. Quieren que los reelijan cada 4 años para renovar sus oportunidades de beneficio personal. Así que prefieren estar del lado de las mujeres que sí podrán votar en 3 semanas y no de los bebés inocentes que solo podrán hacerlo en 18 años.
Esta idea ya la hemos leído en estos caminos de vida, pero hay que repetirla: una sociedad cambia si una porción mayoritaria de sus miembros comienza a pensar diferente y para eso no se necesita de un proyecto de ley ni del oportunismo de políticos como algunas Congresistas, que pretenden erigirse como protectoras de la vida cuando no han presentado ningún proyecto de defensa de la mujer que se ha quedado sola, con su embarazo y que quiere valientemente afrontar su maternidad.
En conclusión, queridos amigos, lo que necesitamos son iniciativas particulares, de usted, de mí, de todos, que vayan contagiando a los demás y que se vayan constituyendo en un NO MAS !!! frente a este genocidio silencioso.
Un hermoso ejemplo que me conmueve y me causa una profunda admiración es el que realizan los padres de familia de Fox Valley: ellos no esperaron a que un “Padre de
Seguramente, habrá que emprender proyectos legales en algún momento, o ya algunos lo estén haciendo; pero tu y yo no somos abogados ni vamos a graduarnos en diciembre como tratadistas; ¿por qué no comenzamos por decirle NO a la educación sexual que favorece el placer y los “derechos reproductivos de la mujer”? ¿por qué no comenzamos por hacer uso de nuestra patria potestad y le exigimos al colegio que no permita que a nuestros hijos los laboratorios farmacéuticos les dejen muestras “gratis” de la pastilla del día después?
¿No te conmueve el engaño del preservativo y que los muchachos crean que ser responsable es utilizarlo, cuando eso sería como atravesar una calle sin mirar si vienen carros o no?¿Será que estamos resignados a que ese sea el futuro de nuestros hijos y que por lo que tanto luchamos (la felicidad de ellos), termine siendo un mar de lágrimas y fracasos?
Meditaciones Para La vida
Entre mas vacíos estamos, mas ruido hacemos. Entre mas hablamos de nosotros mismos, menos cosas importantes tenemos por decir.
1 comentario:
Gracias Saulo por el envío, me encantó el mensaje que das respecto a la decisión tomada por los residentes del Fox Valle, ahí siguen en su lucha y tenemos que apoyarlos con oración. Es hora de que en Colombia deje la gente tanta desidia y si se unen en contra de ésto y de los oportunistas para los "puestos" Consejo, Cámara y Senado, otra sería la historia, pero los abstencionistas y los que callan son los que otorgan a que los otros hagan lo que les da la gana con la Patria.
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