“Para tentar a la mujer, se necesitó de un ángel;
Para tentar al hombre se necesitó de una mujer”
Como ustedes saben, atiendo pacientes como parte de mi trabajo. Diría que hay un porcentaje mayoritario de mujeres con dificultades afectivas que quieren escuchar mis opiniones al respecto. Sin duda, hay muchas cosas que podríamos hacer mejor como sociedad y que redundarían en beneficio para hogares y mujeres que sufren mucho. Sería muy feliz si me quedara sin empleo y no fuera necesario colaborar en la defensa de la vida y en estas problemáticas que menciono.
Hoy, a riesgo de sonar irónico, quiero presentar un conjunto de cosas que he ido descubriendo en estos años de experiencia personal y profesional. Con el deseo de despertar un mayor interés en la afectividad de nuestros muchachos, y sobre todo, de tener presente la dura realidad que se desprende de estas ideas, invito a que piensen sobre estas ideas. Sería triste verla llorando con frecuencia, separándose, “casándose, reiniciando una nueva vida, organizándose”, etc. Es terrible esa historia de “los tuyos, los míos y los nuestros”.
- Hazle creer que es el centro del universo y que la vida gira solo desde su punto de vista y a su ritmo.
- No le fortalezcas su autoestima: que piense que es importante sólo por lo que los demás digan de ella.
- No le enseñes a pedir disculpas. Que piense que todo se lo merece y que si en alguna ocasión se acercó a estar equivocada, sin duda fue por los demás, no por una debilidad propia.
- Dale todo lo que pida: finalmente es tu princesa y ella debe tener lo mejor.
- Mantenla siempre con mucha ropa, ojalá a la moda: si es de marca, mucho mejor (ideal si se siente modelo o si puede participar en desfiles); así le costará bastante trabajo darse cuenta que hay otras personas (entre las cuales puede estar su propia familia) que no necesariamente pueden tener lo que ella utiliza.
- Nunca le cuentes de tus experiencias ni le expreses tus puntos de vista: que ella aprenda de sexualidad con sus mejores consejeros (las amigas y el novio).
- Si llega a tener dificultades, déjala sola, “para que aprenda a solucionar sus problemas”.
- Nunca, NUNCA le digas que la quieres y menos la abraces, de pronto le queda gustando y te va a aburrir pidiéndote que seas cariñosa con ella.
- La palabra prohibida cuando hables con ella, peor que la grosería mas soez, es decirle NO. El mundo ya es suficiente cruel como para que tu le niegues algo. De pronto se traumatiza.
- Y por sobre todo, nunca la califiques, ni le expreses tus opiniones, ya que ella está grandecita y de pronto te alza la voz y entonces qué hacer?
Ahora, si la intención es evitar que tu hijo tenga esos problemas, te invito a que no olvides estas cosas:
- Ni se te ocurra enseñarle a ser tierno, y menos mostrarle que un hombre puede llorar y conmoverse ante el dolor de los demás; de pronto se vuelve débil y falto de carácter.
- Cómprale preservativos para que aprenda que eso es ser responsable y que tu eres un padre “con el que se puede hablar de esas cosas”.
- Cómprale cuadernos con una modelo exhuberante en la portada.
- Felicítalo si tiene varias novias: “mi hijo es todo un varón”
- Enséñale que el inteligente es el que roba y aprovecha un puesto público para hacer eso. Los bobos son los que salen de un empleo mas pobres que cuando entraron.
- Enséñale que nunca se debe decir la verdad o sino uno es un tonto que se deja manipular.
- No te preocupes por las amistades de tus amigos: “el debe explorar el mundo y descubrir qué le gusta”.
- No pongas reglas en casa relacionadas con su novia: que puedan “hacer visita” solos, todas las veces que quieran.
- Nunca le preguntes, cómo o de dónde saca el dinero para comprarse unos tenis que cuestas casi un salario mínimo: “el sabrá cómo se la consigue…”
- Y cuando tenga problemas con su esposa, invítalo a que se separe, a que “disfrute la vida mientras ella descubre lo que perdió”.
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