“Si tiene Solución, ¿para qué te quejas?
Si no la tiene, ¿para qué te quejas?”
Ayer, sábado, en un centro comercial
La menos conocida, entró al “estrellato” como actriz de reparto de una novela que fue sensación hace dos años, aproximadamente; sin embargo, creo que lo que la catapultó a la fama, fue haber salido como portada en la revista Soho (su slogan, “prohibida para mujeres”, habla por sí solo). De ahí para acá, ha sido objeto de diversas notas periodísticas respecto a sus metas, su nuevo apartamento, su carrera artística, etc.
Estas modelos tan jóvenes, con altos niveles de fama y de ingreso de dinero, se presentan como un desafío para la educación de adolescentes y de niñas de unos 10 años: algunas se le plantan a los papás diciendo: “y para qué estudio y me mato en una universidad, si con un desfile puedo ganarme lo de varios meses como empleaducha”.
Si a ese argumento se le somete a un análisis de simple aritmética, parecería que estamos condenados a dejar la intelectualidad de lado, a derrumbar las universidades y a construir gigantescos gimnasios para cultivar la figura.
Antes de caer en depresión profunda por pertenecer al grupo de los intelectuales que trabajan meses para ganarse lo de la modelo en su desfile, es importante que no perdamos de vista que esta no es una discusión únicamente de números: es conveniente plantear las cosas con una perspectiva mas amplia: ¿cómo estará esta modelo que hoy arranca los suspiros hormonales de tantos y tantos hombres, dentro de 15, 20 o 25 años? mirando el presente de una modelo, ¿es viable un proyecto de vida de pareja estable, de familia, etc.? ¿no se corre el riesgo de que algo de ese presente de lentejuelas y canutillos, afecte de manera permanente su futuro? ¿Un cuerpo hermoso, un monumento a la sensualidad femenina, es el mas importante argumento para una relación estable?
Tal vez sean demasiadas preguntas para esta pildorita...paremos por ahora; sin embargo, puede ser útil que conversemos estos temas con nuestros hijos, especialmente si ya son adolescentes.
En pocas líneas...
- Mira como se desdibuja el afecto y la sexualidad cuando nos olvidamos del tamaño de nuestra dignidad.
- El cuerpo no solo se vende por conseguir comida o por sexo, sino por gloria y reconocimiento. ¿Qué tan bueno será esto?
El Conocimiento al Servicio de la Persona