Esto de la atención y la concentración me parece de lo mas fascinante, pues puede llegar a determinar estados de ánimo, como la depresión, o esfuerzos casi sobrenaturales, como el de Edison inventando la bombilla. Una persona puede proponerse prestarle atención a lo que su "enemigo" dice y no ser capaz de filtrar nada positivo de su oponente. Como resultado, su resentimiento va aumentando cada vez mas hasta ahogarlo literalmente en un mar de odio.
Como puede verse, la atención cuando no está bien direccionada, puede volverse un derroche de energía que trae sufrimiento.
A mí me llama la atención la capacidad de algunos de nosotros para buscar dolor y dolor aún a costa de un sufrimiento indecible. Quisiera colocar algún ejemplo, pero bástenos con la depresión que puede llegar a ser la cuota inicial de un culto a la muerte.
Si bien quisiera hablar un poco mas de esos asuntos afectivos tan de actualidad, prefiero sugerir como conversación, esa dificultad de dejar de atender a señales que nos muestran que algo anda mal, a ese empecinamiento en una propia verdad que nos lleva a cometer errores crasos. A ese culto a nuestra propio criterio, a esa soberbia que nos hace equivocarnos hasta de una manera infantil.
En la próxima continuo con esto de la atención distraída.
En Pocas líneas...
- Quieres hacer parte de este negocio? Te cuento que tienes que pagar no con dinero sino con tus sueños, tu salud y aveces con tu vida. Gracias Carlos.
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Una nueva amistad, gracias al ciberespacio. Por qué será que defender la vida nos lleva a Cristo?